MARZO 2018
En el patio de la casa del vicario el columpio va y viene a ritmo de cantos gregorianos, mi falda se levanta y vuela como una cometa de colores. Don Rufino se sienta enfrente y mueve las manos, después utiliza sus dotes de prestidigitador para hacer magia y me hace jurar por dios que no revelaré nuestro secreto
-Su baremo es particular- le dice el abogado a papá: uno para las cosas de dios y otro para las de la carne.
Estoy asustada, hablan de mi en susurros, no entiendo nada. El abogado le dice a papá que las pruebas son concluyentes, que responde de la custodia con su vida y que no va a parar hasta que ese depravado de con sus huesos en la cárcel, creo que hablan de don Rufino .
I
En el patio de la casa del vicario el columpio va y viene a ritmo de cantos gregorianos, mi falda se levanta y vuela como una cometa de colores. Don Rufino se sienta enfrente y mueve las manos, después utiliza sus dotes de prestidigitador para hacer magia y me hace jurar por dios que no revelaré nuestro secreto
-Su baremo es particular- le dice el abogado a papá: uno para las cosas de dios y otro para las de la carne.
Estoy asustada, hablan de mi en susurros, no entiendo nada. El abogado le dice a papá que las pruebas son concluyentes, que responde de la custodia con su vida y que no va a parar hasta que ese depravado de con sus huesos en la cárcel, creo que hablan de don Rufino .
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