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martes, 27 de enero de 2015

Un monstruo dentro del laberinto.


Un monstruo dentro del laberinto.

Para encontrar algo es necesario buscarlo, pensaba.

 Sabía que tenía que buscar una solución a mi angustia; ese monstruo que absorbía  mi energía.

Pero.... ¿por dónde empezar a buscar? Todos los caminos parecían vetados.

Las dudas me asaltaban y no me dejaban vivir.  Mi existencia se convirtió en una gran pesadilla con cientos de obstáculos a cada cual más penoso de superar.

Al principio traté de ignorar el problema,  pero volvía a mí como un bumerang maldito.

En mi desesperación desee la muerte del causante,  pero el solo pensamiento hacia que mi conciencia se revolviera contra mí.

Le ofrecí dinero, pero el monstruo abría sus manos en un intento de abarcar más de lo que yo le podía ofrecer. Me maltrataba y se reía de mi.

Elegía un camino al azar y me perdía en el laberinto de mi conciencia. Volvía al punto de partida y emprendía otro camino que volvía a perderme en el laberinto.

Mi último pensamiento antes de acostarme y el primero  al levantarme, eran para el monstruo.

Estoy en el último camino del laberinto, he explorado ya el resto sin encontrar la solución, tome el camino que tome el monstruo me perseguirá y con sus grandes y deformes ojos, disfrazado de ternura y bondad  vendrá hacia mí y  me engullirá, o quizá ya lo ha hecho.

En un momento de despiste creía que el monstruo dejaría de controlar mi vida, pero de pronto desplegaba sus tentáculos y se apoderaba de mi conciencia anulando todo intento de vencerlo.

 

2 comentarios:

  1. Interesante, voy a hurgar más por aquí.

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  2. Gracias jordin, mira todo lo que quieras. Saludos.

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