Datos personales

viernes, 7 de diciembre de 2018

Cuento de Navidad para incrédulos

Hace muchos años nacio un niño Tan pobre tan pobre que vino al mundo en un pesebre. Tanto, que sus padres no tenían ni ropa que ponerle, pero si mucho amor y bondad. El niño crecio predicando la pobreza y la bondad. Pasó su corta vida ayudando a todo aquel que se unía a él con la esperanza de construir un mundo mejor.
Muchos años después, los seguidores de aquel niño festejan su nacimiento comprando, comiendo, alumbrando las calles. Comprando, comprando, comprando, consumiendo no importa cuánto ni qué.
A estos seguidores se unieron otros que nada tenían que ver, pero si mucho que ganar,  y así fue como se convirtieron en seres consumistas, tan pobres, tan pobres que solo tenían dinero; convirtiendo así en único y verdadero dios al dinero que tanto sirve para comprar cosas que no necesitamos, en Navidades tristes que pocos desean. ¡o si!  quizá los niños, únicos seres inocentes en esta vorágine consumista que devora por momentos nuestros àvidos cerebros.
Y fueron felices unos pocos segundos, justo los empleados en adquirir un nuevo producto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario