Mi amiga Lola tardó cinco dias en abrir los ojos al nacer. Casi cincuenta años en quitarse la venda de delante y apenas unos meses en descubrir que el mundo del que se rodeaba era pura ficción.
La grieta bajo sus pies dejó al descubierto la lava de un volcán que mezclaba fantasia y realidad. La gran mentira que le habían hecho creer durante toda una vida y la realidad que por fin se presentaba sin disfraz.
La grieta bajo sus pies dejó al descubierto la lava de un volcán que mezclaba fantasia y realidad. La gran mentira que le habían hecho creer durante toda una vida y la realidad que por fin se presentaba sin disfraz.
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