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domingo, 14 de septiembre de 2014

Generosidad


generosidad

 

Una fría mañana de navidad, cuando yo tenía siete años, llamó a mi puerta una gitana, la acompañaba su hija, una niña de mi edad aproximadamente, pedían algo para comer y ropa para abrigarse Mi padre ,aquel día estaba en casa, había encendido la radio y estábamos escuchando villancicos mientras el se tomaba una copita de anís para paliar el frió y los demás comíamos polvorones y mantecados, también bailábamos y jugábamos ,estábamos contentos porque mi padre pocas veces estaba en casa,  con ese ambiente navideño y el gran árbol que mi hermano y yo adornábamos cada año, éramos felices. Yo por entonces, como todos los niños ,no entendía ni de generosidad ni de compasión por los demás. Al ver mi madre a la niña gitana se alarmó, porque en la calle había un enorme nevazo y la pequeña llevaba un abrigo raído y debajo solo una camiseta vieja que apenas abrigaba, nosotros éramos también pobres pero teníamos lo necesario para no pasar frió ni hambre, el caso es que mi madre fue a mi armario y sacó una falda que me habían regalado y que era de un tejido muy calentito, en contra de mi voluntad se la dio a la niña para que mitigara un poco aquel horrible frió, empecé a berrear porque no quería que le dieran esa falda a la niña, por mas que  mi padre me explicara que la pobre no tenia nada para ponerse y se podía poner enferma debido al frió que hacia, yo seguí berreando y arruiné una preciosa mañana de navidad, ninguna explicación servia para hacerme callar, estuve mucho rato llorando porque me parecía tan injusto lo que habían hecho mis padres.

Mis padres nos enseñaban a ser generosos con los demás a no ser egoístas a compartir a ser buenos, honrados, nos enseñaban  todos los principios que ellos creían debía tener una persona para con los demás. Muchos años después, recordando la anécdota ,pienso que mis padres nos educaban como a ellos los habían educado y quizá el único fallo fue no mostrar todas esas enseñanzas con un poco mas de cariño en sus expresiones, por lo demás estoy completamente convencida de que si muchos padres educaran de aquella manera habría un poco más de empatía de la que tan carente está la sociedad.

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