Había leído mucho durante toda mi vida. Disfrutaba
metiéndome en la piel de mil personajes que me hacían reír, llorar, amar,
viajar, volar. Solía decir a mis amigos
que, a través de los libros,
había vivido varias vidas.
Después del accidente mi vida cambio tanto que perdí la
afición que tanto me había aportado,
hasta que un día mi amiga Marta me regaló una novela que me sorprendió sobremanera.
Empecé a leerla con desgana, pero en la segunda página ya me había atrapado. La
novela contaba mi vida paso a paso, pero
en otro lugar y otra época, la protagonista sólo vivía hasta el día del
accidente, entonces me surgió una
tremenda duda: ¿estaría viva?
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