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domingo, 24 de julio de 2016

la niña que queria ser invisible

- Mamá, hoy no quiero ir al colegio, decía Marta a su madre cada mañana nada más despertar con gesto de  súplica,  apelando a un último recurso infantil que nunca funcionaba, las lágrimas.
La niña se levantaba resignada, se vestía a regañadientes y tardaba una eternidad en desayunar, justo para que su madre se desesperara y acabara por gritarle ! date prisaaaaaaa Marta!.
 Entre gritos y lágrimas, Marta llegaba al colegio, se sentaba sigilosa en su asiento e intentaba pasar desapercibida.  Ni una palabra, ni una risa, ni un comentario.Deseaba tanto ser invisible!!!
Algun dia lo conseguia, pero la mayoría era una tortura.
Si llevaba cola de caballo, Mateo, su comañero de detrás le relinchaba al oido, los demás compañeros, al unísono, le reían la gracia. Si su bocadillo era de chorizo, le gruñía como si ella fuera un cerdo.  SI llevaba la mochila de última moda le decia repipi y si la llevaba normal le decia simple. No importaba cual fuera la pequeña diferencia, cualquiera era motivo de burla continuada y coreada.
Quizá, las burlas de Mateo, hubieran sido más soportables si los demás compañeros no le hubieran coreado.
Si en la clase era un constante martirio, la salida al recreo se convertía en una pesadilla, tanto, que Marta deseaba que lloviera siempre para no salir.
Cuando llegaba el verano  sentía algo parecido a la felicidad  solo de pensar que pasaría dos meses sin que la acosaran.
Llena de complejos e infeliz, el verano pasaba rápido.
- Mamá, por favor, no quiero ir al colegio, suplicaba  sin resultado un dia antes de la vuelta.
La madre, desesperada,  cosió una bolsita de  tela y dentro puso unas piedrecitas  de colores,  haciéndole creer a la niña que era una bolsita mágica que le daría fuerzas para enfrentarse a las burlas de Mateo y sus secuaces.
-Cuando te digan algo desagradable coges la bolsita y la aprietas con la mano derecha durante unos segudos, verás como notas su magia, pero para que eso ocurra tienes que concentrarte en la bolsita y no en lo que te dice Mateo.
Y la magia surtió efecto porque Marta, concentrada en la bolsita, parecia no escuchar las burlas de Mateo, éste, al ver que no era el centro de atención, perdio interés y dejó a Marta en paz. Eso si, llena de complejos dificil de superar.











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