Datos personales

viernes, 25 de septiembre de 2015

Mandálas para la vida.
Corazón de piedra.
Querida amiga Lola: Dicen los científicos que es el cerebro el que alberga los sentimientos, las emociones.....yo prefiero pensar que es el corazón, a la manera clásica de concebir las emociones.
He conocido a alguien cuyo corazón es de piedra, o de granito, más duro aún si cabe. Intenté por todos los medios buscar una abertura por donde introducirle un poco de ternura, pero cada vez que lo intentaba él reforzaba su piedra con trozos de malas experiencias vividas, tan duras como su corazón y tan crueles como la vida.
Tanto le quise que me olvidé de mi y me dejé llevar por su dureza, por su indiferencia, esa que hace creer a las personas marcadas que deben poner una barrera entre sus sentimientos para que nadie les vuelva a hacer daño, esa barrera para mi infranqueable que divide a las personas y a los sentimientos y que acaba por impedir el paso al verdadero amor.
Por el camino perdí hasta mi dignidad y cuando el me despreciaba, me ignoraba y hasta me denigraba, yo era consciente y me dejaba arrastrar; solo por quererle, por intentar demostrarle que yo estaba ahí para ser su compañea, su amiga incondicional, para cambiar el mundo si me dejaba, pero el no supo entenderlo y pensó que sería la esclava de sus sentimientos para siempre.
La línea que separa el maltrato psicológico y lo que yo sufrí era paralela y aunque consciente de ello seguí a su lado, me marqué metas, aposté por el en contra de mi. Estaba tan seguro de mi que solo pensaba en el.
Nunca quise pagarle con la misma moneda, porque no es mi estilo y porque no quiero que mi corazón se vuelva de piedra,  prefiero volver a sufrir por alguien que no vale la pena porque se que volveré a sentir emociones por otro alguien que me corresponderá.
Desde aqui le mando una mandala con forma de corazón, para que la pinte de colores variados y deje pasar la brisa fresca a través de los diminutos poros de su corazón de piedra.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario