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domingo, 28 de junio de 2015

Emociones a peseta


Era el primer día de feria. Las 5 pesetas, apretadas con fuerza entre mis manos , volverían a devolverme la emoción . La mano me suda, pero no la abro por miedo a perder la moneda.
Hoy no iré a misa ni esperaré a mi amiga , iré directamente a la feria , me subiré en la noria infantil y no bajaré hasta agotar las monedas. Una moneda de 5 pesetas a peseta el viaje..... Haré tres viajes , me compraré un chicle de fresa y...no , 4 viajes , no bajaré hasta qu...edarme sin monedas.
Compro un chicle , mi boca se llena de azúcar y delicioso sabor a fresa. Voy hasta la feria y me paro delante de la noria , observo las risas y los gritos de los niños mientras mastico y saboreo mi chicle. Cuando el sabor empieza a desaparecer me pongo en la cola y le doy una peseta al feriante, poco a poco empieza a elevarse , cierro los ojos y una sensación extraña me oprime el estómago, son unos segundos deliciosos, solo comparables a la explosión se sabor de mi chiche. Nooo! Es mejor , la bajada me pellizca el pecho, pero es muy agradable , aunque solo dura unos segundos , son deliciosos , indescriptibles. Rezo para quedarme arriba y tener unos segundos mas de emoción.
Al acabar , me quedo quieta en mi sitio y le doy otra moneda al feriante , otra vez empieza la emoción y otra y otra mas , hasta que se me acaba el dinero , entonces bajo y miro , una hora o dos , no importa tengo toda la mañana para soñar que voy dentro y subo y bajo y soy feliz..
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