Mi amiga Lola dice:
“Nací y crecí en una familia humilde de honrados
trabajadores. Mis vecinos, mis amigos, los amigos de mis padres, mis maestros,
el tendero, el cobrador del agua y de la luz, el basurero, el campesino, el de
la oficina de correos........había pocas excepciones, casi todos eran honrados.
Podían ser católicos, agnósticos, de derechas, de
izquierdas, de centro, pero en su mayoría honrados. Crecí con el convencimiento
que la sociedad era así, que las familias, por principio, lo eran.
La gente trabajaba para dar un futuro mejor a sus hijos,
TRABAJABA!!!! No robaba.
Con el paso de los años he aprendido a dividir la sociedad
en grupos: El dividendo que representa al estado, el divisor que somos los
contribuyentes, el cociente, injusto y mal repartido y el
resto que son los políticos que se llevan todo lo que sobra, lo que no sobra,
lo que se meten en el bolsillo, lo que sacan del país, lo que reparten con su
familia y amigos y lo que se burlan de nosotros que no encuentro sitio donde
encuadrar.
Una reflexión esencial en estos malditos tiempos, se puede decir más alto pero no más claro; Me alegro de haber llegado aquí al fin, pues hace un tiempo dejaste tu enlace en "misrelatosyesteblog" y aún no te había leído. Yo a veces me debato entre mandar los relatos al carajo y dedicarme a dar caña política, pero me temo que nací para fabulador. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por leerme, yo reparto mi tiempo entre dar caña e indignarme, pero vale de poco, solo puro y simple desahogo. Saludos.
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